Ana María Reyes: “He vivido nueve meses del amor”

 


 A sus 82 años, con su mente lúcida, a pesar del paso de los años, cual docente universitaria en funciones, impregnada de amor por su pueblo natal, la Socióloga y Antropóloga Ana María Reyes, comenta como han sido sus días, desde hace nueve meses, cuando le tocó ver como su casa de habitación, La Casa Azul, donde nació su madre, y posteriormente ella, era sumergida por las llamas, producto de un corto circuito, en horas de la madrugada, mientras dormía, por lo cual, confía en la pronta actuación de las instancias correspondientes.


“Algo se debe hacer por todos y para todos, no solo se trata de Ana María Reyes, quedé con lo que tenía puesto, sin cedula de identidad, ni las tarjetas de las entidades bancarias, para poder adquirir alimentos y medicinas, pero debo agradecer a quienes de alguna manera han podido ayudarme, sumado al sacrificio que hacen mis hijos, sin embargo, aquí hay que poner orden y cumplir con las responsabilidades”, expresó.


Aclaró que no se trata de un tema político, pues a su juicio; “debe prevalecer la unión y el amor por lo que somos y hacemos, sin caer en diatribas ni malos entendidos, debemos trabajar unidos, es la mejor opción”. Dijo.

Al ser consultada por sus sueños inmediatos, sentenció que eran muchos, entre ellos, ver la reconstrucción del área patrimonial de Coro y La Vela, el desarrollo económico de ambas Ciudades, la consolidación del proyecto Eco Museo y la Escuela del Barro, entre otros.


Esta insigne veleña, cursó estudios de Antropología y Sociología en la Universidad Central de Venezuela, con maestría en filosofía de la historia, y gracias a su trabajo por el patrimonio cultural de Coro y La Vela, la UNEFM le confirió el Doctorado Honoris Causa, autora de los libros, Coro y La Vela, en defensa de un Patrimonio y cuando el Petróleo se confundió con el viento, dejando en alto el gentilicio veleño.


Al referirse a sus coterráneos, comentó: “El veleño tradicional está a tono con la palabra y el compromiso, por ello su entrega y disposición de querer hacer las cosas de Corazón, respetando siempre la comunicación humana”, finalizó.

Cortesía: 

Amílcar Briceño

CNP 13.661

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