Bautismo: Una historia tricentenaria en El Carrizal

El Valle de El Carrizal de Nuestra Señora de Guadalupe


Texto Zoraya Reyes- Cnp 14253

Fotos Carlos Cásares- Crgv 1687

Sin duda que conocer  el valor y la simbología del bautismo permite entender la importancia de este Sacramento. Gracias al Bautismo, el hombre es purificado del pecado original y lo convierte en parte de la Iglesia y del cuerpo de Cristo, purificado por el perdón incondicional de Dios, convirtiéndolo, a todos los efectos, en sus hijos.

El Papa Francisco, en su audiencia general del 8 de enero de 2014 definió este sacramento como “el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos.”


En el Antiguo Testamento, el bautismo se consideraba instrumento de la voluntad de Dios. Sucedió en el Diluvio Universal  y en el pasaje del Mar Rojo por Moisés y el pueblo elegido para huir de Egipto, así mismo en el bautismo de San Juan Bautista, que es lo más parecido al sacramento del bautismo como lo conocemos hoy en día.

Presbítero Arling Ramón Moreno Yores
Todo indica que desde entonces, ya se reconocía la simbología del agua y su poder salvador, cabe destacar que justamente la palabra Bautismo proviene del griego βάπτισμα, baptismo, “inmersión”. Eso es exactamente lo que es, una inmersión en agua purificadora.

Tras un minucioso trabajo de investigación, con basamento en hechos reales y comprobables se pudo conocer que el día 01 de mayo del año 1723 se realizaron los primeros bautizos en el pueblo de Nuestra Señora de Guadalupe de El Carrizal, de acuerdo al Archivo Diocesano de Coro donde se guarda el Primer Libro de Bautizos, en su primera y segunda partida están asentados los nombres de Juan Diego y Juan Bernardino.

Tres acontecimientos que marcan una historia tricentenaria…

Contactamos al presbítero Arling Ramón Moreno Yores, quien lleva seis años al frente como Rector del Santuario Mariano Nacional Santa Basílica Menor de Nuestra Señora de Guadalupe de El Carrizal.

Una muy amena tertulia nos hace conocedores de una cronología bañada de bendiciones para este pueblo, para todo el estado Falcón y para Venezuela en toda su extensión.


El primer acontecimiento fue el hallazgo realizado el 27 de febrero del año 1723 en las costas de Muaco por los indígenas caquetíos venidos de Oruba y que estaban habitando estas tierras, quienes durante  sus labores de pesca consiguieron un baúl que contenía el hermoso lienzo de María de Guadalupe que se custodia desde hace 300 años en el santuario.

Un segundo acontecimiento, según el Padre Moreno, fue justamente los bautizos celebrados el 01 de mayo de ese mismo año por Don Pedro de Sangronis que era el sacerdote que habían colocado en ese lugar para doctrinar a los indígenas venidos de Oruba “y pudieran manifestar la fe en Dios.”


El padre Pedro de Sangronis, sacerdote de Coro, supo ganarse el aprecio y confianza de los indígenas por su labor evangelizadora. “Ellos –los indígenas- decidieron mostrarle el lienzo al sacerdote quien al verlo dijo que esa era la imagen de la Santísima Virgen María.

Los primeros bautizados tenían el nombre de Juan Diego y Juan Benardino, los videntes de la aparición de la Santísima Virgen María de Guadalupe en México en diciembre de 1531.

Los primeros bautizados tenían el
nombre de Juan Diego y Juan Benardino     


El religioso cita un tercer acontecimiento enmarcado en la donación de las tierras del pueblo a los indígenas que según el documento que reposa en el santuario, data del 7 de septiembre de 1723. “Durante el primer año de la aparición del lienzo, el 7 de septiembre de 1723, se creó en ese lugar el pueblo con el nombre El Valle de El Carrizal de Nuestra Señora de Guadalupe por el sacerdote Don Pedro de Sangronis”, esto de acuerdo al acta de fundación y  de acuerdo al rector del Santuario de El Carrizal.

Por lo tanto, el hallazgo del sagrado lienzo de “La Morenita” sucedió antes de realizarse los primeros bautizos y antes de la fundación del pueblo avaladas por el libro de bautismo y el acta fundacional.

El rector del santuario dice: “Esta es la fecha que se toma como referencia para celebrar el día del pueblo, ya que este documento “Donación de las tierras de Taratara a los indios Arubanos del Carrizal. Instrumentos Públicos. Tomo IX, Folio Nro. 494 – 495 vto, correspondiente al año 1723” (al que tuvimos acceso durante la investigación y tal cual se presenta en las gráficas), tiene características propias para la fundación,” enfatizó.



Documentos Donación de las tierras
 

 Documentos Donación de las tierras      




Transcripción  Documentos Donación de las tierras  
Transcripción  Documentos Donación de las tierras
 




Otros aportes históricos

En el afán de brindar un reporte de relevancia  religiosa-cultural-histórica a los habitantes del pueblo que nos concierne en esta investigación y al colectivo en general, el testimonio del cronista es una pieza fundamental.

Héctor Luis Ramos, cronista del municipio Colina, doctor en historia, como un libro abierto y con mucha propiedad, aportó elementos en base a este acontecimiento que se enlaza con muchos otros en un engranaje que nos lleva a variadas conclusiones.


Efectivamente, Ramos avala y sustenta el acontecimiento de los primeros bautizos que se dieron el 01 de mayo de 1723, pero en este caso particular añade que los mismos están asentados en el segundo folio porque el primer folio es el acta de fundación del pueblo de nuestra señora de Guadalupe de Carrizal con su anexo pueblo de Nuestra Señora de La Caridad de Guaibacoa.

Es así como en las evidencias aportadas por el cronista, ciertamente los bautizos aparecen asentados en un segundo folio, pero en el primero,  que funge como portada solo aparece el año (1723).




El cronista cuenta que “por primera vez se permite hacer estos bautizos para fundar a ese pueblo. Don Pedro de Sangronis es quien funda El Carrizal para esa fecha y refunda Guaibacoa, ya que ésta había sido fundada en el siglo XV y posteriormente aparece la fundación para el siglo XVIII.”

Así mismo destacó que los bautizados eran personas adultas, además eran hombres y se les cambia su nombre original por el nombre Juan Diego y Juan Bernardino.

“Juan Diego y Juan Bernardino son nombres muy conocidos en nuestro acontecer religioso guadalupano porque Juan Diego es el indio a quien María de Guadalupe se le presenta en el Tepeyac y Juan Bernardino era el tío de Juan Diego.

Revisando algunas escrituras existentes –continúa el cronista-“cuando hablamos de los bautizos es llamativa la situación porque nos reflejan unos elementos básicos en un estudio hecho en 1723 y 1773 tales como: Las parejas tenían que  estar casadas y el matrimonio eclesiástico, que era el que permitía que los niños nacieran legítimos.


Otras de las características observadas, refiere Ramos,  era que “los primeros bautizados eran personas adultas y posteriormente se puede conseguir que los bautizados llegaban a ser niños y fueron bautizados con nombres eclesiásticos como Cruz, Gloria, Sacramento, entre otros.”

Y cuando se hace una clasificación de los nombres, se puede notar en las evidencias, que ya avanzado el siglo XVIII, casi finalizando, es cuando se encuentra el nombre de María de Guadalupe en uno de los bautizados en 1773 al 74 y posteriormente va creciendo el nombre de Guadalupe y el nombre de María. Todos los anteriores eran referidos a la Iglesia.

El historiador, con documentos probatorios también en mano, señala que posterior a los bautizos realizados el  1ero de mayo se da la entrega de las tierras, “primero se funda el pueblo el 1ero de mayo y luego se entregan las tierras  el 7 de septiembre de 1723.” En esa entrega de las tierras hacen acreedor no tan solo a la Virgen de Guadalupe sino a los indios orubanos que estaban allí radicados. Aproximadamente eran 200 familias, refirió.

Pobladores de estas tierras benditas conscientes de su legado histórico comentaron:


José Guadalupe Zavala, habitante de El Carrizal

“La reseña histórica dice que son 300 años,  pero se puede decir que mucho antes,  ya que cuando Don Pedro de Sangronis dio testimonio y fe del lienzo,  ya los indios lo habían conseguido en las  playas de Muaco.”

Desde el 27 de febrero de 1723 comienza el hecho histórico religioso del estado Falcón desde el pueblo de El Carrizal, un hecho que se ha corroborado y demostrado en las escrituras existentes. La cadena de hechos históricos como el 27 de febrero, el 01 de mayo y el 07 de  septiembre nos muestran que es así.”

Dannis Lugo,  habitante de El Carrizal

“El 1ero de mayo se celebra el renacimiento del bautismo al celebrar los 300 años de los primeros bautizados, la renovación de la fe y renacer en el espíritu santo. Este acontecimiento ha sido una catequesis para todos nuestros pueblos, algo que nos invita a renovar la fe  y a estar en comunión con Cristo a través del  sacramento del bautizo.”


 A 300 años de los primeros bautizos

Lo que sí es un hecho es que la iglesia celebra este 1ero de mayo, el tricentenario de los primeros bautizos en esta tierra caquetía y la presencia guadalupana en Falcón, con suficientes argumentos,  habrá una fiesta bautismal para reavivar este sacramento que los católicos reciben desde pequeños.

El Carrizal está ubicado en el municipio Colina, estado Falcón, en Venezuela. Se encuentra localizado a casi 56 metros sobre el nivel del mar, unos 2.4 kilómetros al oriente de La Vela (Municipio Colina); 15.6 kilómetros al oriente de Coro (Municipio Miranda) y 21.1 kms al occidente de Cumarebo (Municipio Zamora). Hoy por hoy convertido en el epicentro de la fe cristiana de los falconianos hacia la Virgen Madre María de Guadalupe. 

Sin duda alguna el tricentenario de los primeros bautizos en este pueblo, es un acontecer histórico donde se mezcla la sociedad con la religión católica, son aspectos económicos, educativos, sociales, culturales, políticos, religiosos que se manejan en este contexto.

El presente trabajo representa un tema con demasiadas aristas en la historia de este primer sacramento en Falcón y la fundación de los pueblos donde se dio este acontecimiento religioso.

De allí que el propósito de esta investigación constituya una aproximación al estudio de la misma. El establecimiento de fechas exactas que concluyan o converjan,  será la vía necesaria para mantener la identidad y el orden de estos hechos tan importantes y trascendentales para el devenir de nuestros pueblos.

Los testimonios quizás se constituyan en estamentos diferenciados uno del otro por algunas formas de interpretación.  Se hacen necesarias premisas fundamentales que organicen tales acontecimientos.

La importancia de este estudio radica en servir de herramienta de consulta para nuestras generaciones, específicamente para los seguidores de la religión católica.

El principal aporte que brinda este reporte es el de establecer un acercamiento a lo que fue realmente este hecho histórico-religioso-social y cultural para nuestros pueblos y que sigue prevaleciendo en nuestra sociedad como valor cristiano.

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